miércoles, 30 de noviembre de 2011
CONFESIONES
¿Por qué te quedas callado, por qué a veces no dejas de gritar?
A ti te escribo como tantas veces, a ti que tanto me has hecho llorar, pues tu voz apagada en algunos momentos hieren como daga a los sueños, y a mi corazón de cristal.
Porque una lágrima nace con el olvido de un amor o por la indiferencia de algunas palabras.
Eres silencio, motivo de dudas, eres silencio, pasión de dos miradas, eres tú silencio el que por las noches me abraza y me abrazas con los reflejos de la luna. Porque cierro los ojos y creo escucharte y me dices ¡Olvídate ya!. Olvídate de quien no te merece, de quien no te sabe valorar y no entregues tu cuerpo a un tímido deseo y siente el placer de amar.
Escucho tu susurro, silencio ¡silencio me tienes que hablar!, porque tu piel es cristalina, porque mis labios quieren besar y hoy no se porque me dirijo a ti de forma diferente, como una confesión del alma que necesita volar.
Una carta para ti, silencio…Una carta que no se quien leerá.
Confesiones que fluyen indefensas y en este amanecer quiero dibujar un arco iris en el horizonte, como si fuera una niña que a la vida acaba de despertar…
ROSER
domingo, 27 de noviembre de 2011
BAILEMOS
El mundo gira a nuestro alrededor
donde se balancean los silencios.
Bailemos, y que se abracen nuestros cuerpos
un roce, un movimiento...
Y sentirás la pasión al ritmo del deseo
cierra los ojos y escucha los latidos del aire
y la melodía del viento.
Ven al escenario del amor y bailemos
Que las agujas del reloj borren el tiempo
paremos por un instante el corazón
que solo susurren nuestros pasos
piano, piano...Beso a beso.
Quizá me llamen loca
por romper una esquina del pensamiento
y por creerme lo que escribo
por soñar como en los cuentos
Por eso ¡Que no pare la música!
que no baje el telón de los sueños.
Ven toma mi mano, cíñete a mi cintura...
¡Y bailemos!
ROSER
jueves, 24 de noviembre de 2011
EL VIEJO DESVÁN
Se abre la puerta del viejo desván
y allá en el rincón no llega la luz.
Oscuridad y silencio en las páginas heridas
quizá por algún amor;
tras la ventana, me espera la luna
como entonces, como sino hubiera
pasado el tiempo,
Y en el suelo un pequeño cristal
del dorado espejo,
en el que desde niña, fui dibujando sueños.
Una roja nariz de payaso,
unos zapatos de tacón,
o un lazo de colores prendido en el pelo,
carmín en los labios,
y un vestido ceñido al cuerpo.
Reflejos que en mis ojos se revelan
y bailo a solas con los recuerdos,
cuando la música en mi mente suena
entre notas y poemas.
Fantasía que revive el mismo espejo dorado
de antaño.
Y mi piel se estremece,
al sentir el roce de unas manos;
que son el susurro del paso de los años.
ROSER
jueves, 17 de noviembre de 2011
CUÉNTAME UN CUENTO
Es largo el camino que me lleva a la estación de autobuses. La mañana ha despertado un poco gris, las hojas secas caídas en el suelo anuncian que llega el otoño.
Camino a paso lento porque voy con el tiempo suficiente para subirme al autobús que me llevará hacia un destino quizá equivocado, pero, como todo en la vida tiene su riesgo, me subo a él y tomo asiento al lado de la ventana. Asoman pequeños rayos de sol, que casi me obligan a cerrar los ojos, entonces veo en mi mente un bonito paisaje de vivencias, donde apareces tú, mi querida abuela.
¡Ay, que pensabas que en esta andadura mía no te recordaba!, pues son mis primeras palabras escritas para ti. Mujer altiva de gran carácter que tuvo que abandonar sus raíces con sus hijos de la mano para encontrar un lugar donde poder vivir mejor. Tiempos duros aquellos según me contabas, pues aunque era muy niña, me encantaba que me explicaras todas tus cosas, que entonces me sonaban como cuentos alucinantes, sin llegar a pensar en una cruda realidad.
Recuerdo tu tesón, tus luchas, miedos, tus manos poderosas haciendo ganchillo y los pestiños de azúcar para Navidad.
Tantas y tantas cosas recuerdo de ti y junto a ti, que en mi corazón, ¡Abuelita!, tienes un altar.
Me sonrío porque sé que también te hacía rabiar corriendo detrás de mí, alrededor de la mesa porque no quería comer o te respondía algo mal. ¡Pobres mis trenzas!, pues estaban al alcance de todos y los enfados revoloteaban por mi pelo, cosas de niña, ya ves.
¿Qué puedo decirte? Que la luna sigue estando ahí arriba, cerquita de ti, que las estrellas seguro que acarician tu pelo plateado y que entre las nubes y la lluvia se esconde alguna lágrima desde que te fuiste.
Una voz me dice, que ya estoy llegando a mi destino…
Gracias por acompañarme en éste viaje, la verdad que se me ha hecho muy corto en tu compañía.
Abuelita, no olvides lo que te quiero y solo te pido un favor, que de vez en cuando, me expliques un cuento como cuando era niña, las dos sentadas en el sillón.
ROSER
lunes, 14 de noviembre de 2011
SENSACIONES
suspiros al viento
un atardecer en los ojos
y yo…Espero
Un abrazo silencioso
pensamiento secreto
un amanecer en los labios
y yo…Sueño
Palabras de amor
temblor del cuerpo
un anochecer en la piel
y yo…Deseo
Palpitar del corazón
cristalino embeleso
un paisaje en la boca
y yo…Siento
Sensaciones que viven en mí
como el dulce sabor
que tiene un beso
Sensaciones que no quieren
morir escondidas…
Bajo las mieles, de mis dedos.
ROSER
jueves, 10 de noviembre de 2011
MUÑECO DE NIEVE
Bajo la fragilidad del hielo me encuentro, y en las noches solitarias quiero dormirme pero no puedo. Me duele el cuerpo de los golpes que recibo de niños y mayores que quieren jugar conmigo.
A veces me aprietan la nariz y sonrío, aunque para mis adentros lloro en silencio, y me trago las lágrimas porque ¡claro! Soy de hielo. A menudo no me acuerdo o no quiero acordarme, porque me pondría a corretear hasta caer rendido al suelo y me reiría a carcajadas de la mano de Lucía; la pequeña niña de ojos almendrados que siempre se me acerca, me habla, me pone una bufanda (dice ella que para que no tenga frío). Ay ¡ como quisiera abrazarla!.
Sopla un fuerte viento y me da miedo desmoronarme en pedacitos, porque seguro que duele.
Como duele, no ser de carne y hueso y ser un simple muñeco de nieve.
Pasará el invierno y todos se olvidarán de mí, hasta el año siguiente, todos menos la pequeña Lucía; un cariño extraño que nació una mañana en que ella me dio un beso y yo, un sensible muñeco de nieve casi me derrito con el calor de su aliento…
Si pudiera pediría un deseo, de esos que los sueños cumplen alguna vez.
Porque quiero tener corazón para sentir sus latidos en mi interior y así poder vivir un invierno eterno.
ROSER
domingo, 6 de noviembre de 2011
NO ME VUELVAS LOCA
No me vuelvas loca
y acércate despacio a mi cuerpo
siente como tiembla mi boca
cuando digo que te quiero.
Deja que te abrace en silencio
cuando nadie nos ve
bajo las sábanas de un sueño.
No me vuelvas loca
y dame un poquito de tu veneno
de ése que endulza mis sentidos
entre la luna y el viento
porque eres la esencia que provoca
a tus manos,
si acaricias mi piel de deseo
que se derrite cuando la tocas
somo se funden las llamas
del fuego.
No me vuelvas loca
y susúrrame con un beso
apacigua la sed que en la sombra
desbordan mis labios de ébano
No me vuelvas loca
y acurrúcame en tu regazo
como se acuna el amor
en el encaje de oro…¡De unos versos bordados!
ROSER
viernes, 4 de noviembre de 2011
LA VIDA EN NEGRO
de unos ojos devastadores
que miran el vaivén del sueño
cuando duermen las flores
Me enamora el negro vestido
que ciñe al cuerpo de la noche
donde la luna es testigo
de la soledad sin reproche
Me estremece el negro pensamiento
cuando lo seduce una lágrima
y se rompe una ráfaga del viento
entre los silencios del alma
Me enloquece tu pelo negro
cuando lo despeina el alba
y se enreda entre mis dedos
como una caricia descalza
ROSER