Ayúdame a recordar
que existe el paso
del tiempo
pues se me paró el
reloj
en alguna esquina
del pensamiento.
A veces, se enciende
una luz
y voy por aquella
calle estrecha
que creo reconocer en
mi mundo
de fantasía.
Ayúdame a saborear
la dulzura que fluye
de la memoria
cuando tomados de la
mano
vencíamos las
derrotas.
Y ése beso en los
labios
que no sé de quien es
pero que mi boca nota.
Ayúdame a decir un
nombre
y saber por qué mis
ojos lloran
sensaciones que llevo
en la piel
que me hacen temblar
de miedo, de frío, de
amor
o quizá de soledad,
en el rincón
de las sombras.
Ayúdame a mirarme en
el espejo
pues hay alguien ahí
que
no reconozco, y no me
gusta
su aspecto.
Tez pálida y blanco
cabello
alguna arruga en la
frente
y labios gruesos.
Es la imagen de una
mujer
que creo haber visto
en algún momento.
Tomo en mis manos un
libro
donde hay una
fotografía
en el reverso
y en sus páginas,
algunos poemas
que me identifico con
ellos.
Ayúdame a olvidar
que todo puede ser
verdad
donde mueren los
versos.
Porque así como yo
en éstas letras
invento
es una cruda
realidad, para quien…
No tiene recuerdos.
ROSER
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