Siento celos de la luna
porque cada noche baña tu piel
de la luz que te alumbra
y entre la oscuridad te ve
Siento celos de la flor
que acaricias con tus manos
y del agua el sabor
que humedece tus labios
Siento celos de mi voz
cuando hablo de ti
de los deseos y del sol
que arden dentro de mí
Siento celos del silencio
que se esconde en tu boca
de la lágrima en el viento
que tu ausencia provoca
Del latido de tu corazón
que callado a veces llora
dime ¿esto no es amor?
si, siento celos…
porque cada noche baña tu piel
de la luz que te alumbra
y entre la oscuridad te ve
Siento celos de la flor
que acaricias con tus manos
y del agua el sabor
que humedece tus labios
Siento celos de mi voz
cuando hablo de ti
de los deseos y del sol
que arden dentro de mí
Siento celos del silencio
que se esconde en tu boca
de la lágrima en el viento
que tu ausencia provoca
Del latido de tu corazón
que callado a veces llora
dime ¿esto no es amor?
si, siento celos…
¡Hasta de tu sombra!
ROSER
He leído con detenimiento la belleza de estos versos, y me detengo para comentarte que siento los latidos de tu corazón en cada verso y te respondo sí amiga mía eso es amor, te quiere Jesús.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarAunque no coincida con la cuestion de los celos, a veces es inevitable sentirlos.
Tu escrito manejado con mucha sensibilidad.
me quedo a seguirte, saludos
Pi