PEQUEÑAS LETRAS (Para mi hijo Iván)

Quizá pensabas que no escribiría nada para ti…

Pues aquí me tienes abrazada por unos momentos

a los recuerdos de tu niñez.

Cuando te tuve entre mis brazos

y vi tu carita por primera vez

una sensación que a pesar de los años

llevo grabada en la mirada y en mi hombro

y dirás ¿el hombro por qué?

pues porque tu cabeza redondita apoyaste en él,

y así lo seguiste haciendo durante muchos años,

cuando te sentabas en mi regazo.

Iván el travieso, así te llamaba y te lo sigo llamando alguna vez.

Tras esa cara de niño bueno y de una sonrisa de timidez….

Abres tus alas de pequeña rebeldía y una inagotable tozudez.

Pero eso no importa, aunque me hayas hecho un poco sufrir,

porque eres la caricia que a veces tanto necesito,

aunque no me la des.

Porque solo tu presencia me hace bien.

La sensibilidad te aprieta el corazón

y se entrecortan sus latidos

envueltos en lágrimas que no dejas ver…

Ya sea por amor o por alguna otra razón.

Te pido perdón si en algún momento,

no he estado cuando me necesitabas

y has guardado silencio para no preocuparme.

Muchas cosas podría decirte

ahora que ya eres un hombre y puedes entenderme.

Porque sabes, las rosas se deshojan y marchitan

y eso algún día también me pasará a mí.

Por eso quiero que sepas,

lo mucho que te quiero y que eres y será

por siempre

uno de los hombres más importantes de mi vida,

junto a tu hermano.

¡Gracias por existir!

ROSER