sábado, 15 de octubre de 2011
UNA PÁGINA DEL TIEMPO
Eran quizá los años 60, cuando Trompeta corría y jugueteaba por el jardín.Un jardín lleno de historia y recuerdos ya que en sus bancos de piedra estaban grabados troncos de amor, pues las manos del abuelo le dieron forma como si del mismo Gaudí se tratara. ¡Así lo veo yo!
Trompeta allí se sentaba, observando a Javier que iba en bicicleta y lo quería atropellar entre gritos y risas de niño travieso y juguetón. Y allí entre el silencio y la timidez se encontraba también una niña con trenzas del color del trigo, que lloraba y subía las escaleras de la azotea, pues no quería que le pasara nada a ese gatito blanco y negro que formaba parte de la familia.
Lo que son las cosas, nunca sus uñas estropearon una flor de los rosales que allí florecían ¿Será por eso, que a esa niña, hoy, una mujer, le gustan tanto las rosas?
Fue pasando el tiempo y los niños fueron creciendo, así como Trompeta iba envejeciendo pero siempre fiel a sus pasos por el jardín y a dormir en las rodillas del abuelo , que con mimo lo acariciaba.
Y así la vida cambió para todos cuando llegaron las ausencias.
Simplemente se llega a la conclusión de que no sólo las personas dejan huella. Por que la memoria a veces sin darse cuenta pasa las páginas hacia atrás y se abre el libro de los recuerdos, donde vive aquella niña, entre palabras, rimas y sueños que se trenzan alrededor de los sentimientos y una página del tiempo.
Donde hoy maúlla Trompeta y sonríe el Abuelo...
ROSER
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
HOLA GUAPETONA; YA SABES QUE SOY DE POCO ESCRIBIR Y MAS HABLAR.OSEASE QUE SOLO TE DIGO QUE ME HA ENCANTADO.
ResponderEliminarRECUPERATE PRONTO.
Hola Dolors,gracias por acercarte a leerme y ya sé que aunque noi me digas nada, estás siempre ahí...yo hago muy a menudo lo mismo.
ResponderEliminarËste es mi primer relato breve y es un poquito de mi infancia,una época que recuerdo con mucho cariño.
Un petonet