EL SILENCIO PARA MI TAMBIEN FORMA PARTE DE LAS PALABRAS, CREO QUE SIN ÉL NO PODRÍA ESCRIBIR, PUES LO ESCUCHO CUANDO ME HABLA.

jueves, 1 de abril de 2010

TARDE DE VIERNES SANTO

Tarde de Viernes Santo
cuando la primavera
asomaba por la esquina.
Mi cuerpo empezó a temblar
se escuchaba el paso… a lo lejos
tras la imagen lenta
a la luz del callejón…
Lágrimas en el semblante
azucenas en el corazón
que se tornan suspiros
cuando una saeta
se escucha en aquél balcón.
Quejidos que el alma grita
en el latir de una voz.
Pétalos de rosa
cubren el manto del cielo
y gotas de lluvia
como llanto contenido
acompañan a la procesión.
El silencio se rompe
entre las emociones
que titubean a flor de piel.
Tarde de Viernes Santo
con el retumbar de los tambores
empieza a anochecer.
Mantillas al viento
y algunos pies descalzos se dejan ver
hombros cansados, que aunque duelan
el dolor se los quita la Fe.
No he querido plasmar un poema ¡no!
simplemente el sentir
de una tarde de Viernes Santo
que nunca olvidaré.
ROSER

1 comentario:

  1. Hermoso poema, donde nos ayudas a recorrer de tu mano los lugares que levantan esas emociones de tu pueblo, gracias por ser tan especial anfitriona, Jesús.

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