La noche se apaga
tras la luna blanca
y mis ojos encienden
los pasos de una mirada
aquella que dice te quiero
aunque tú no digas nada.
Se reflejan las palabras
en una tibia madrugada
donde en el silencio prenden
mis caricias mojadas
como los besos que el viento
posa en tu boca anhelada.
Eres el verso que calla
con la desnudez del alba
cuando los sueños duermen
bajo la rosa de mi almohada
donde queman sus pétalos
si tu deseo me abraza.
Pues este amor es como el poema
que el poeta plasma
y por siempre es eterno…
En el pergamino del alma.
ROSER
No hay comentarios:
Publicar un comentario