Me iré
cuando tus palabras
me den la espalda
cuando tus pupilas
sean ausencia ante mí
lloraré por haber
sido piel de muñeca
ilusionada
y seré yo la culpable
de noches en vela,
quebrada.
Me iré
cuando el
silencio se rompa en mi almohada
cuando las grietas de
un beso se posen en ti
y caminaré por el
sendero de una sutil estrofa
callada
para ser poema en los
ojos de una mañana,
enamorada.
Me iré
cuando mi voz se
funda en una rosa escarchada
cuando la profundidad
del mar ahogue mi sentir
y aunque me ignores
rozaré con mis labios,
tu piel dorada
y seré la huella
dibujada en el escalofrío
de tu alma.
Me iré
con las manos vacías,
con la sensación de
no existir,
quizá entonces el
extraño latir de una lágrima
golpeará tu destino
con tres palabras.
Y sin apenas darte
cuenta, como el titubear
de un suspiro, me
dirás…
¡No te vayas!
ROSER
Hermoso poema. Felicitaciones admirada Roser. Un abrazo sincero.
ResponderEliminar