Suena la música
en el último minuto
de la noche,
cuando la luna
se acerca a mi oído
con voz de bolero.
La luz enciende
mi memoria,
y el deseo de estar
entre los brazos
de un sueño,
y en el último minuto,
siento el escalofrío
del miedo…
Miedo a despertar
y me encuentre
sola de nuevo.
Porque no quiero
que me arrebaten
la libertad
de los sentimientos.
Quizá soy frágil,
como la brisa
que acaricia al
viento,
y en el último minuto
soy huracán
con gritos de
silencio,
que se deja escuchar
en mis labios,
en mis manos,
en mi cuerpo desierto,
entonces abro los
ojos
en la pista
imaginaria
del tiempo.
Donde comienza el
baile
de la vida,
en el último minuto,
antes de que se pare
el reloj…
¡Y no volvamos a
vernos!
ROSER
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