miércoles, 30 de noviembre de 2011
CONFESIONES
¿Por qué te quedas callado, por qué a veces no dejas de gritar?
A ti te escribo como tantas veces, a ti que tanto me has hecho llorar, pues tu voz apagada en algunos momentos hieren como daga a los sueños, y a mi corazón de cristal.
Porque una lágrima nace con el olvido de un amor o por la indiferencia de algunas palabras.
Eres silencio, motivo de dudas, eres silencio, pasión de dos miradas, eres tú silencio el que por las noches me abraza y me abrazas con los reflejos de la luna. Porque cierro los ojos y creo escucharte y me dices ¡Olvídate ya!. Olvídate de quien no te merece, de quien no te sabe valorar y no entregues tu cuerpo a un tímido deseo y siente el placer de amar.
Escucho tu susurro, silencio ¡silencio me tienes que hablar!, porque tu piel es cristalina, porque mis labios quieren besar y hoy no se porque me dirijo a ti de forma diferente, como una confesión del alma que necesita volar.
Una carta para ti, silencio…Una carta que no se quien leerá.
Confesiones que fluyen indefensas y en este amanecer quiero dibujar un arco iris en el horizonte, como si fuera una niña que a la vida acaba de despertar…
ROSER
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Un escrito hermoso Roser, tienes un bonito espacio, un placer.
ResponderEliminarfeliz fin de semana.
Muchas gracias Ricardo.
ResponderEliminarEncantada de saludarte.
Buen fin de semana tambien para ti.